Jugar para la pantalla
El operador toca el botón de “Empezar transmisión”. El software marca que todo ha comenzado correctamente y el canal está mostrando una cuenta regresiva, con linda música para poner en ambiente. Está todo perfectamente calculado.
Unos minutos, no más, para que lleguen las notificaciones de que el canal está en vivo a los usuarios que tienen celular. Para que los community managers puedan postear el link al stream en Instagram y Facebook. Para que los otros canales aliados puedan lanzar raids o hostear el canal y llenarlo de gente.
– Vamos en un minuto – dice el operador.
Las últimas conversaciones fuera de tema se callan. Algún jugador va a buscar un vaso de agua que se olvidó. El máster, que generalmente oficia de presentador, carraspea y acomoda las notas de la aventura detrás de la pantalla.
– Diez, nueve… – empieza la cuenta regresiva el operador, a veces también un jugador. Si tiene algo de experiencia en multimedia sabe que los últimos números de la cuenta regresiva no se dicen, si no que se cuentan mentalmente para evitar que salgan al aire por error. Hace un gesto. Estamos en vivo. El máster mira a la cámara. Abre la boca para empezar el saludo, mencionar a los sponsors, y las redes sociales, presentar a los jugadores. El show ha empezado.
Nuestro amigo Twitch
Rolear en Twitch es muy distinto a rolear en una mesa casera. Incluso cuando una mesa que era casera es trasladada al ambiente virtual para ser emitida al público, necesariamente se hacen una serie de cambios en la forma de jugar y de transmitir para hacer de la experiencia un show.
“El medio es el mensaje”, decía el filósofo de la comunicación Marshall McLuhan, explicando cómo cada nueva tecnología determina el contenido que se transmite a través de ella.
Aquellas mesas que se transmiten en Twitch inmediatamente toman una serie de recaudos especiales para hacer que la experiencia sea acorde al medio elegido, y al hacerlo, mutan a algo sensiblemente diferente a lo que se ve en una mesa.
Una de las maneras en las que se aprovecha tener una audiencia presente y capaz de interactuar con la partida es a través de plataformas que permiten jugar “cartas” que se pueden conseguir viendo la partida o comprandolas con dinero real. Streamloots es la más conocida de esta plataforma.
“Usamos Streamloots para que el público pueda participar activamente de la partidas, las cartas afectan tanto tiradas como narrativa” explican desde PifiaUY, una de las campañas transmitidas en el canal uruguayo Broadcastle.
Ariel, del canal argentino Concilio del Sur, también utiliza esa plataforma para mediar la interacción, aunque aclara que lo hacen “con la intervención del master para ajustar la consecuencia”.
El rol como un show
Pero el jugar para el streaming también trae otro tipo de cuestiones importantes, muchas de ellas apuntadas a agilizar las partidas y quitar del medio las cosas más tediosas del rol.
“Usamos iniciativas de grupos de enemigos”, nos dicen desde el canal mexicano Re Roll“, esto agiliza los combates y ayuda al manejo de enemigos para el master”.
“Además, en nuestra campaña Northsiders los 20 naturales matan a los enemigos más débiles, lo que agiliza el combate y ayuda a diferenciar a las criaturas fuertes en serio y los simples soldados”, agregan.
“En los combates los personajes siempre empiezan con la iniciativa a su favor salvo casos muy particulares”, explican desde Concilio del Sur, “y los combates no son hasta que se acaban los Puntos de Golpe sino hasta que la batalla se inclina hacia uno u otro lado”.
Del mismo modo, en campañas donde suelen haber muchos jugadores en cámara, suelen aplicarse reglas que evitan los problemas más habituales de jugar de a muchos.
“Con 6 jugadores en cámara, no permitimos tirar conocimiento arcano, historia, medicina, religión y otras habilidades catalogadas como ‘complejas’ si los personajes no las tienen entrenadas” dice Diego, de Noche de Rol, aclarando que pueden hacerse excepciones para casos donde las dificultades sean bajas.
Pero por sobre todo, priman aquellas cuestiones que intentan poner la narrativa frente a la mecánica. Por ejemplo, en Noche de Rol utilizan una versión de la regla de Inspiración que la hace mucho más poderosa y emocionante:
“Los jugadores pueden usar inspiración incluso después de saber que fallaron, para darle un verdadero valor como show a ese momento donde pueden salvarse o tener éxito”, explican desde Noche de Rol, diciendo que esto le mete mucha más adrenalina a la partida y hace menos tediosa a esa mecánica.
Por su parte, desde Re Roll, donde están jugando “She is the Ancient” una reversión feminista de la campaña La Maldición de Strahd, utilizan el subsistema de “semillas de miedo”. Los jugadores eligen algunas cosas a las que sus personajes temen, y cuando interpretan ese temor de forma interesante, automáticamente ganan inspiración para utilizar después.
“Un stream es un show”, define Ariel de Concilio del Sur, “por eso intento reducir todo lo ‘mecánico’ del juego a su mínima expresión”.
La calificación de las partidas como un show es uno de los comentarios más habituales que se hacen detrás de cámara entre quienes producen directos de juegos de rol, y también una de las dificultades más habituales que atraviesan a la hora de comunicarse con sus propios equipos.
Un gran menú
Según la plataforma Sullygnome, en el último mes más de 7.000 cuentas transmitieron partidas de Calabozos y Dragones. En promedio hay 94 canales prendidos al mismo tiempo y más de dos mil espectadores mirándolos. El 85% de esto es en inglés, la lengua que impera en este medio, y en un lejanísimo segundo lugar está el español, que ocupa menos del 5% de los canales.
– En cinco cerramos – dice el operador por el chat privado del grupo. El master lee el mensaje de reojo mientras termina una descripción y sabe lo que tiene que hacer.
– Cuando se abre la puerta, entra viento y lluvia – dice con dramatismo – y recortada contra la vista del exterior oscuro pueden ver una figura encapuchada, cada tanto iluminada por los relámpagos.
Inmediatamente cambia su expresión a una sonrisa.
– Pero eso lo vamos a ver la próxima – los gritos de los jugadores frente al Cliffhanger divierten a la audiencia, que elucubra teoría sobre quién puede ser el encapuchado en el chat.
– ¡Gracias por mirar! – dice.
Terminar la transmisión.
¡Hola! Soy Fede, un periodista y abogado de Argentina. Tiro investigación con ventaja.