“No importa el lugar, el rol es siempre igual” – Little green dwarves

A riesgo de faltarles el respeto a los bardos sureños que inmortalizaron esta intro, hoy vengo a compartirles algunas experiencias para saber en dónde estamos parados como comunidad rolera, y sugerirles “tips” para darle un poco más de personalidad a esos mapas y encuentros que pueden llegar a sentirse como una aburrida rutina de “mover-golpear-bonus action” (en el orden que sea / tanto PJs como PNJs).

En este artículo viajaremos a través de vientos y mareas, cubriremos lo ancho y largo del mapa y hasta podemos llegar a castear un hechizo de Puerta Planar para conocer esos recónditos y, por lo general, peligrosos planos de existencia.

♪ Por arribaaa. Por abajooo ♫

Empiezo tirando algo muy obvio pero que como jugadores a veces nos cuesta percibir, ya que nos distrajimos en un relato poco claro o simplemente no nos parece tan relevante a la hora de pensar las comunidades que habitan nuestros mundos. Si bien la gran mayoría de razas jugables habitan sobre el nivel del mar, debajo hay infinitas chances de encontrar riquezas más allá de lo tangible.

La diversidad acuática presentada en 5ta edicion es de momentos avasallante y nos permite diseñar encuentros más profundos, usar mecánicas distintas que pueden darle un sentido de urgencia a nuestros encuentros y dejar que fluyan las ideas para crear un santuario hundido, un palacio de tritones, o incluso una aventura para rescatar al archipiélago de los tentáculos de un Kraken.

El buen calabozo. Nada le gana.

Otra de las ventajas de irse para abajo es poder ofrecer distintos biomas que jueguen con la oscuridad, si es que planeamos sesiones basadas en suspenso y terror: una antigua fortificación subterránea abandonada hace siglos donde se rumora hay viejos espíritus tratando de reactivar un artefacto es una buena manera de comenzar una aventura de niveles bajos, haciendo que la exploración y sombras que meten dudas lleven la acción y no que detrás de cada puerta haya un encuentro aleatorio que solo sirva para saciar la manija de usar esa espada forjada por tus ancestros.

Por otro lado, me remito a un compañero de mesa que siempre me dijo que no le gustan los PJs con habilidades de vuelo a nivel 1, ya que les considera OP.

Esto puede ser cierto en campañas donde solo se usan PNJs terrestres, pero ahí entre las nubes se esconde otro mundo, elevándose majestuosamente entre fuertes corrientes y picos que lo atraviesan desde abajo.

Es en este tipo de settings donde el clima juega un papel clave, y hay incluso distintos tipos de vehículos que nos permiten surcar los cielos sin necesidad de recurrir a pociones o hechizos (aunque ciertamente deberían estar disponibles para los PJs).

Es también un terreno en donde la visión suele tener un rol menor, lo cual nos permite explorar el resto de los sentidos a la hora de darnos cuenta si hay un elemental de aire de polizón en la nave, o si efectivamente el olor a electricidad es por culpa de esa nube oscura o del joven dragón azul que se camufla a un par de millas y es “dueño” del terreno que atraviesan.

ROYALE WITH CHEESE, o como evitar usar el sistema imperial

Saquen sus reglas y cintas de medición, es hora de ponernos milimetricos. ¿Dije reglas? Perdón, quise decir que usen sus pulgares y pies, por qué es lo único que nos ofrecen desde WoTC.

Si, hablamos de la gran dificultad a nivel mundial de saber cuántos METROS cubre mi área de efecto, o realmente cuán alta está la torre del mago en ese pico montañoso que se encuentra a KILÓMETROS de distancia. Para la gran mayoría del globo es engorroso tener que estar con un conversor de unidades para poder darle sentido a los espacios que deben recorrer los PJ.

Bueno, ¿qué se puede hacer? ¿Un boicot hasta que impriman todos los manuales en un sistema que contemple a la mayoría de la base de usuarios? Puede ser, pero tomaría demasiado tiempo y organización, y la idea es jugar lo antes posible (no por nada la palabra manija es parte de nuestro nombre). Les propongo dos formatos que me han servido en el pasado para que no le explote la cabeza a la mesa y que no se empiece a caldear la discusión.

La primera es agarrar las distancias más frecuentes (velocidad de PJ, rango de hechizos, distancias de viaje, tamaños de criaturas,etc) y conformar nuestra propia tabla en centímetros, metros y kilómetros. easy peasy lemon squeezy.

La idea es hacer un handout para rápida consulta, que para la 3er o 4ta sesión ya va a ser más de adorno porque tampoco es tan difícil, pero siempre presente en nuestras pantallas de DM por si las moscas. Si adquiriste una pantalla oficial te sugiero utilizar pegatinas blancas y escribir sobre las mismas las conversiones (que trucazo ¿no?)

El cosito del coso

Mi segunda alternativa para salir del apuro y que no involucra tanta matemática o preparación: dejemos de lado las unidades y reemplacemos por “cuadradito” (o si sos mas old school podes usar “hexagonito”).

Si usamos algún tipo de representación, asignamos que cada cuadradito equivale a lo que necesite el encuentro o el lugar en cuestión. ¿Vemos un mapamundi? Cada cuadradito son 5 km ¿vemos una ciudad? Cada cuadradito son 100 m ¿comprende?.

Por supuesto que aquí aparece una ventaja que es el consenso de la mesa para definir si van a usar imperial o métrico, pero incluso por la versatilidad pueden ir intercalando dependiendo de la situación (usar una suerte de híbrido en base de hacia donde se desarrolle la acción: imperial a la hora de explorar y viajar, métrico en combates y misiones urbanas).

Para dar ejemplos prácticos, cada PJ puede moverse 6 cuadraditos (o 5 cuadraditos si son patas cortas), hay hechizos de rango como eldritch blast que llegan a 24 cuadraditos, pero la mayoría de los ataques de arma cuerpo a cuerpo solo tienen 1 cuadradito de rango.

Y ahora, es hora de abrir ese portal. Pero según mis fuentes andamos necesitando un diamante bastante caro, y encima no me quedan espacios de conjuro. Me voy a hacer un descanso largo y si para la próxima consigo los materiales nos vamos a través del multiverso. Hasta entonces, les deseo buenos dados y mucha manija.