Por un lado tenemos al clásico rol de mesa, que se separa en un formato presencial o virtual. Hay montones de libros, juegos, sistemas, plataformas virtuales y aplicaciones que giran en torno al juego. Pero, en simultáneo, podemos encontrar también al rol escrito. ¿Alguna vez tuvieron la oportunidad de jugarlo?
En diálogo con varias personas es fácil sorprenderse de cómo el juego de rol llega a sus vidas de manera inesperada. Se les presenta como una opción desconocida y se zambullen al descubrimiento de una aventura nueva. Son varios los que empezaron jugando rol escrito, en algún foro perdido de Internet y no todos lo terminan vinculando con una mesa de rol. Los que lo hacen admiten encontrarse con dos jugabilidades distintas, cada una con sus propios encantos.
Rol con protocolo
Es cuestión de registrarse en un foro de rol con el nombre del personaje a interpretar. Luego redactar el expediente con la historia, la psicología y los datos extra que sean necesarios. Se elige un avatar que te represente y se hacen los registros reglamentarios. Entonces, una vez aceptado, uno puede empezar a rolear. Hay que coordinar por mensaje privado con otro jugador, acordar una idea previa de por dónde se dirigirá la historia y ver quién “abre el tema”. A continuación, empieza la aventura.
Años atrás se trataba de escribir una o dos líneas diciendo qué hace tu personaje entre asteriscos y algún diálogo entre guiones. Los más atrevidos incluían pensamientos entre comillas. Esto fue evolucionando narrativamente hasta convertirse en una escritura profunda y descriptiva de la escena que transcurre con los personajes involucrados. Cada quien sólo puede manejar las acciones de su propio personaje. Las respuestas pueden tardar minutos, horas o días en realizarse. “Es una forma cómoda y asincrónica de jugar rol”, comenta quien ha jugado.
Más para comunicar
También el rol escrito se presenta “laxo de reglas”, lo que lo diferencia del rol clásico donde “las cosas se ven supeditadas a el carácter mecánico del juego”. Un ejemplo claro es cuando alguien dice: “¡Ataco!” en vez de darle vida al momento y describir cómo ataca. A muchos la escritura les ayuda a desarrollar o mejorar su manera de escribir y describir. Incluso a algunos les ha supuesto una herramienta para mejorar su rendimiento en la escuela. O simplemente resulta una vía de escape o un “hobby divertido”.
Incluso a veces, un juego de rol representa mucho en la vida de algunas personas. “Cambió mi vida totalmente. Ayudó a mi salud mental porque pude desahogarme a través de mi personaje”, expresa una jugadora. “Creo que logró abrirme un poco más. Antes, de chico, era mucho más tímido”, detalla otro.
En otro de los diálogos explican: “Me permitió conocer mucha gente, especialmente de otros países, y explorar historias diversas. Además, la comunidad era de rol y arte, así que me daba razones o excusas para dibujar, que quizás sin el rol escrito no habría desarrollado tanto”.
La conexión
En cualquiera de sus modalidades, el rol tiene esa magia de conectar a las personas. Y ese encuentro se desarrolla en torno a la imaginación. Cuando nos preguntamos qué es un juego de rol son muchas las definiciones que se nos pueden ocurrir y una de esas es la que me ofrecen a continuación: “Es un ejercicio para la imaginación, que a fin de cuentas no es más que otro músculo, y una vía de escape recreativo que explota nuestra creatividad. Aparte, es una excelente herramienta para aprender a pensar fuera de la caja.”
Uno puede jugar rol escrito en un foro, en un documento de texto por Drive, en Facebook, Twitter o Whatsapp e incluso en una hoja de papel, siempre y cuando haya dos personas con ganas de divertirse e intentarlo. Y con tan poco la vida simplemente cambia.
One comment
Buen tema, algún sistema para jugar rol escrito que puedas recomendar?