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Esqueletos: Mucho más que huesos
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Esqueletos: Mucho más que huesos

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  • Publicadofebrero 23, 2024

El último empujón derriba la placa de piedra que bloqueaba el paso y la hace caer en el piso de una recámara a la que nadie ha accedido en siglos. Por todos lados se arremolina el polvo iluminado por la luz que ingresa a la vieja cripta. Una figura escuálida sale silenciosamente de un nicho con un paso decidido. Sostiene una espada partida y oxidada. Es un esqueleto amarillento y resquebrajado por el paso del tiempo. Los dientes expuestos son mezcla de sonrisa y amenaza. Las cuencas sumergidas en la oscuridad no contienen ojos, pero cuando gira la cabeza en su dirección saben que los está mirando. 

¿Qué son?

Los esqueletos son un clásico de Dungeons & Dragons. A lo largo de las ediciones, los manuales de monstruos nos explican que estas criaturas suelen estar animadas para servir a oscuros poderes.

Pueden haber sido reanimados por nigromantes, practicantes de magia oscura que utilizan energía negativa para infundir vida en cuerpos que hace tiempo que han perdido su alma. Pero también pueden generarse espontáneamente en aquellos lugares donde abundan las energías negativas, sea por la presencia de objetos o criaturas poderosos, o porque terribles actos de maldad han sucedido.

Sea cual sea el motivo por el cual se levantan estos viejos esqueletos, la magia que les permite moverse mantiene a sus articulaciones funcionando, y vuelve a atar a los miembros que de otra forma se habrían desprendido.

Evocan la alegoría de la Danza Macabra (danse macabre). La idea de que la muerte nos lleva a todos por igual: reyes y mendigos, sacerdotes e impíos.

Los manuales oficiales nos suelen describir a los esqueletos como sirvientes obedientes de sus creadores, atados completamente a su voluntad. Son casi autómatas silenciosos, que cumplen sus ordenes al pie de la letra y poco propensos al pensamiento creativo, pero capaces de cumplir tareas relativamente complejas. 

Aunque carentes de intelectos superiores, los esqueletos no son de ninguna forma seres carentes de mentes (su puntuación de inteligencia es un 6, malo, pero dentro de lo humanamente posible). 

Un dato que el Manual de Monstruos de la quinta edición nos marca y que nos será sumamente útil en el análisis posterior de esta criatura: cuando no tienen ordenes que cumplir, a veces repiten o hacen pantomimas de las acciones que habitualmente realizaban cuando vivían. 

¿Cuál es su función en una campaña?

Los esqueletos son uno de los desafíos de combate más sencillos para los aventureros de bajo nivel, casi que piden a gritos que un clérigo los reprenda para mostrar sus poderes. 

Pero también son testigos silenciosos del pasado. Guardianes sin relevo, cuya historia se ha perdido y los héroes tan solo pueden atisbar a través de las pistas que logren encontrar entre los peligros. 

Esqueleto de 3.5E
Esqueleto en la versión 3.5

Los esqueletos llevan también consigo un gran componente temático de soledad, que podría ser muy rico si el narrador decide explorarlo dejando indicios del pasado perdido y de la identidad de alguien que ahora no es más que una pila de huesos reanimados para pelear contra sus enemigos. 

Evocan la alegoría de la Danza Macabra (danse macabre). La idea de que la muerte nos lleva a todos por igual: reyes y mendigos, sacerdotes e impíos. Ese componente de inevitabilidad puede ser muy rico de explorar mostrando al esqueleto de un vil ladrón de tumbas luchando lado a lado con el esqueleto de un héroe del pasado. Ninguno pudo evitar la muerte, como ninguno de sus cuerpos puede evitar cumplir las órdenes oscuras que sus amos imparten. 

¿Dónde los encontramos?

El lugar estereotípico para encontrar esqueletos es aquél que cuenta con materia prima para producirlos sin que nadie lo impida: las tumbas y criptas antiguas, que no son mantenidas diligentemente por los sacerdotes de las deidades que se oponen a la existencia de muertos vivientes. 

Estos sitios son excelentes oportunidades para contar historias: podemos tener estatuas con inscripciones, grabados en las paredes de piedra, frescos, tapices, libros, y multitud de elementos narrativos que nos permitan comprender quiénes fueron las personas que ahora, reanimadas de forma patética, nos atacan. 

Las criptas y tumbas son el hogar de los esqueletos reanimados.

También podemos jugar con subvertir las expectativas. ¿Qué sucedería si los esqueletos se levantan de sus criptas en una catedral muy concurrida de una ciudad?. Incluso con el odio a los muertos vivientes y las energías malignas que suelen reanimarlos, muchos pobladores podrían verse en un conflicto moral enfrentados con los restos de sus antepasados. Hasta el clérigo más devoto podría tener un instante de duda antes de reprender al esqueleto de su viejo mentor, todavía vistiendo de sotana y mitra ceremonial, bordados con los símbolos sagrados de su religión. 

Signos de que están cerca

Hay muchas maneras de presagiar que los héroes están por enfrentarse a esqueletos, algunas de ellas son:

  • Sarcófagos y ataúdes vacíos. Al ser examinados de forma detallada se puede notar que fueron abiertos desde dentro.
  • Círculos mágicos típicos de la práctica de la nigromancia, o presencia de restos de los rituales utilizados para reanimar cuerpos (el conjuro “animar muertos” utiliza una gota de sangre, un trocito de carne, y una pizca de polvo de hueso, por ejemplo). 
  • El ruido o signos de una tarea repetitiva, hecha sin pensar, por la costumbre que el esqueleto tenía en vida. Por ejemplo, el ruido de una escoba barriendo a la distancia. 

¿Cómo pelean?

Como siempre, nuestra fuente principal para la estrategia de combate es el libro “The Monsters Know What They Are Doing” de Keith Amman. En el apartado sobre esqueletos, nos da algunos tips interesantes: 

  • Los esqueletos, al igual que los zombies, pelean hasta ser destruidos, sin importar la cantidad de daño recibido o la ventaja que tengan sus oponentes. No huyen.
  • Los esqueletos pelean a grandes rasgos como lo hubieran hecho en vida. La mayoría de la gente que no recibió entrenamiento seguramente se acercará, golpeara y repetirá esas acciones. Pero el esqueleto de un arquero, se mantendrá disparando a distancia, y sabrá instintivamente mantener alejado a unos 40 u 80 pies de distancia (8 o 16 cuadrados de distancia, respectivamente). 
  • Por sobre todas las cosas: respetaran las ordenes que les fueron importadas. Si la orden fue “proteger una habitación”, no saldrá de ella persiguiendo enemigos. 
  • No son particularmente inteligentes, y no usan tácticas demasiado avispadas, pero pueden tomar armas del suelo, abrir puertas, y tomar el camino más fácil (que no necesariamente es el más directo) hacia sus enemigos. 
Los restos mortales de un aventurero puede ser el trasfondo de uno de los esqueletos que enfrentemos.

Tesoros

Hay montones de maneras de dar tesoros interesantes a través de esqueletos. Pueden estar en sus ataúdes, sarcófagos o nichos, o bien pueden llevar los objetos puestos. Existen una gran cantidad de objetos que una persona podría tener a la hora de ser enterrada: joyas, libros, armas, todo es factible sin tener que hacer grandes saltos de lógica para justificarlo.

Por sobre todo, los esqueletos permiten dar tesoros provenientes de otras épocas o lugares, cruzando las barreras temporales y ayudando a dar más vida al mundo o a la trama. Algunos ejemplos

  • Un caballero enterrado con armas ceremoniales, muy valiosas pero no realmente efectivas en combate. La tapa de su sarcófago está tallada en la forma del cuerpo del caballero a la hora de ser sepultado, y tiene inscripciones narrando sus grandes logros. 
  • El esqueleto de quien fuera un ladrón y sinvergüenza. En su dentadura brillan varios dientes de oro y plata, y su esqueleto presenta varios signos de cortes y puntadas que fueron recibidos en vida. Si se habla con su cadáver mediante algún conjuro, puede llevarlos al lugar donde enterró algún botín que nunca logró recobrar.
  • El esqueleto de un osobúho gigante. En su cavidad torácica tiene todavía cruzado el bastón de un mago que deglutió y que con el pasar de los años se fundió a sus huesos. 

Vueltas de Tuerca

Siempre podemos pensar en maneras de innovar con los clásicos de siempre. Los esqueletos suelen ser muertos vivientes, una manera interesante de jugar con las expectativas de los jugadores y sus personajes es introducir esqueletos que no estén reanimados por fuerzas nigrománticos si no que sean simples constructos (y por ende, inmunes a muchas de las estrategias utilizadas contra muertos viviente). Estaríamos hablando ya de golems de hueso, o creaciones similares, que nadie tienen que ver con los secretos más oscuros.

Durante todo este artículo estuvimos dando por sentado que estábamos hablando de los esqueletos de criaturas humanoides civilizadas, pero una manera bastante convencional de innovar con estas criaturas es introducir esqueletos de otros seres. Caballos esqueléticos, osobúhos, grandes serpientes, minotauros y gigantes son todos encuentros que pueden resultar temáticamente apropiados para mezclar el sentimiento de abandono, y soledad con otras temáticas: el esqueleto reanimado de un minotauro que recorre por toda la eternidad un laberinto, por simple costumbre.

¿Por qué no jugar con la idea de exoesqueletos reanimados y tener grandes insectos vueltos a la vida con fuerzas oscuras? Arañas, ankhegs, y cucarachas gigantes, completamente vacías podrían servir como curiosos encuentros y son relativamente fáciles de abordar mecánicamente. 

Cualquiera sea la forma en la que introduzcas los esqueletos en tus historias, siempre es valioso recordar que sirven para darle profundidad temporal a tu mundo. El tiempo pasa, la gente muere, los logros se olvidan. ¿Qué van a hacer ustedes aventureros, mientras todavía controlan a sus hueso?

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