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Bandidos: ¡Alto ahí, esto es un asalto!
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Bandidos: ¡Alto ahí, esto es un asalto!

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  • Publicadomarzo 2, 2024

Los bandidos son unos de los oponentes más comunes en las partidas de juegos de rol de fantasía. En este artículo profundizamos sobre cómo usarlos mejor.

“No me gusta para nada”, dice Eldrin observando el tronco que cruza el camino. “Muy listo, elfo”, responde una voz desde los arbustos. De entre los árboles se dejan ver casi una docena de personas. La mayoría humanos, aunque hay algún mediano y semielfo. Están vestidos con ropas oscuras, tienen la cara tapada por pañuelos.
El que habló es el único que se descubre la cara. Deja ver una marca causada por hierro al rojo vivo que lo identifica como un criminal. “Sean tan amables de dejar todas sus cosas de valor en el suelo. Sin trucos, sin movimientos bruscos, y nadie va a morir”. 

¿Qué son?

Los bandidos son uno de los personajes no jugadores (PNJs / NPCs) más comunes y más variados. Son muy utilizados en partidas de juegos de rol de fantasía como Dungeons & Dragons. Generalmente nos referimos a bandidos cuando hablamos de los bandoleros o asaltantes de caminos. También vamos a considerar a piratas y otras organizaciones criminales. 

Con una descripción tan amplia es aconsejable definir también por la negativa. No vamos a hablar aquí de pandilleros comunes, matones, ni de ladrones que hurtan sigilosamente o espías. Hablamos de profesionales del arte de hacerse con lo ajeno mediante la amenaza de violencia. 

Aunque el estereotipo siempre útil es que estos criminales eligen esa forma de vida con total libertad. No todos eligen dedicarse a la vida criminal conscientemente. Algunos lo hacen por necesidad. Perpetuación de ciclos de violencia, o bajo amenazas de violencia por parte de personas más poderosas.  

¿Cuál es su función en una campaña?

Los bandidos suelen ser utilizados como enemigos para los personajes de nivel bajo y mediano, y tienen la facilidad de poder ser incluidos fácilmente en casi cualquier tipo de historia. Ya sea de forma secundaria (sencillamente acechan en esos caminos) o realmente vinculados a la trama (fueron contratados para realizar un trabajo). 

Pero desde el punto de vista narrativo, los bandidos nos ofrecen una oportunidad única para explorar un tema que da en el corazón de los problemas de muchos grupos de principiantes: el uso mesurado de la violencia.

El objetivo principal de un bandido es utilizar la amenaza de violencia para obtener una ganancia. Entablar combates es peligroso y llama la atención de las autoridades. Un camino donde los bandidos roban es sencillamente un camino peligroso. Un camino donde una caravana fue masacrada es un faro para que autoridades, mercenarios y aventureros vengan armados hasta los dientes. Los bandidos entienden que su verdadero trabajo es “convencer” a sus víctimas de dar sus objetos de valor sin pelear.

Objetivo

En concreto: su objetivo principal no es matar. Así, permiten explorar el tema del uso restringido de la violencia. ¿Aplicarán los personajes el mismo criterio a la hora de enfrentarse a los bandidos? Y si no lo hacen, si deciden matar sin piedad a los bandidos incluso si se rinden. ¿Cómo reaccionan las otras bandas cercanas? ¿Estarán dispuestos a todo ahora que saben que si los atrapan los van a matar?

Los bandidos son un espejo de los personajes. Ambos grupos están dispuestos a ejercer violencia para obtener tesoros. En algunos casos, ambos pueden decir que están peleando contra una injusticia. 

Hay una excepción al trabajo habitual de los bandidos: los secuestros. Si alguna de las personas que asaltan pareciera pertenecer a la nobleza, una religión conocida por sus riquezas, u otra organización dispuesta a pagar un buen rescate, es muy probable que intenten capturarlos con vida para extorsionar a quienes quieran su liberación. 

Capitán Bandido
El Capitán de los bandidos puede ser un jefe final interesante en los primeros niveles.

¿Dónde los encontramos?

Podemos hallar bandidos en cualquier camino transitado pero no patrullado habitualmente, allí por donde gente con objetos de valor viaje con cierta habitualidad y pase con sus transportes. 

Sus guaridas suelen estar bien ocultas y bien aprovisionadas para permitirles esperar a tener un blanco perfecto. Un dato poco explorado es que los grupos de bandoleros suficientemente grande tienen acompañamiento en sus campamentos. Familiares, incluso niños, cocineros, guardias, sanadores. Una gran manera de complejizar el tratamiento de un campamento de bandidos es mostrar que los criminales también son personas, creando toda clase de conflictos morales sumamente interesantes para explorar. 

Precisamente por todo el esfuerzo que lleva encontrar un buen escondite y tenerlo funcionando, los bandidos van a ser extremadamente celosos de custodiar su secreto. Levantar un campamento y moverlo a otro lugar es riesgoso y sumamente costoso. Eso explica que sea mucho más peligroso cruzarse con el escondite de un grupo de bandidos que sencillamente ser asaltados por ellos. Un asalto se puede sobrevivir entregando todo sin resistencia. El que un tercero tenga conocimiento de su escondite, en cambio, es un riesgo que casi ningún jefe de bandidos está dispuesto a correr. 

Signos de que están cerca

En esta sección siempre destacamos la utilidad de “presagiar” a las criaturas con la que los héroes se van a enfrentar. En el caso de los bandidos, podemos recurrir a los rumores sobre las bandas que operan en la zona. Podemos hacer que los personajes se encuentren con víctimas recientemente asaltadas que cuenten que les quitaron todos sus objetos de valor. También podemos mostrar víctimas fatales, que intentaron ofrecer resistencia y cayeron en el camino. 

Por otro lado podemos encontrar bandidos apresados o ejecutados en los asentamientos que los personajes visitan. De esta manera, construimos la idea de que son enemigos de los asentamientos tradicionales y podemos mencionar el nombre de las bandas que más nos interesan.

¿Cómo pelean?

Para este segmento siempre matizamos los consejos de Keith Amman en The Monsters Know What They Are Doing y en esta ocasión nos ofrece un consejo interesante. En realidad, los bandidos no pelean. No es un error de tipeo. Si un grupo de bandidos está peleando, es que algo salió extremadamente mal para ellos o que se está enfrentando a un enemigo temerario o muy confiado.

El trabajo de los bandidos es minimizar riesgos antes de entablar combates. Solo se muestran y se acercan a un grupo si lo superan ampliamente en número o en armamento. De esa forma, minimizan las posibilidades de que se ejerza resistencia y de que alguno de ellos termine herido o muerto. 

Aún así, los asaltos pueden salir mal, por lo que los bandidos toman algunas precauciones. Idealmente se dan a conocer a una distancia suficiente como para poder disparar a sus víctimas, pero suficientemente lejos como para no ser atacados cuerpo a cuerpo. Si pueden, rodean a sus objetivos. Si las cosas salen mal, prefieren huir raudamente a arriesgarse a morir o ser capturados. Pero eso sí: siempre cumplen sus amenazas. Un bandido que amaga con matar a alguien y duda solo crea un problema para todos sus colegas en el futuro, erosionando su fama de estar dispuestos a todo.

Un líder de una organización criminal no solo ejerce el poder. Debe ser la representación del poder en si mismo.

Tesoros

Los bandidos pueden tener tesoros de todo tipo, ya que su riqueza depende principalmente de las víctimas que atacan.

  • Joyas, obras de arte, y bienes de intercambio valiosos pueden abundar y ayudarnos a contar historias. Los bandidos han robado lingotes de oro falso que iban a ser utilizados en una estafa. ¿Por quién, para qué fin?
  • También pueden servir de semillas de aventura: entre las riquezas de un campamento de bandidos se encuentran varias obras de arte y monedas de un reino que no existe hace cientos de años. Al investigar esto, los personajes descubrirán que alguien ha descubierto unas ruinas y las está explorando. 
  • Los campamentos de bandidos son una gran oportunidad para presentar como tesoros a personas vivientes: nobles u otras figuras relevantes secuestradas para obtener un rescate y dispuestas a pagar una recompensa si son liberados y llevados de vuelta a la civilización.
No todos los bandidos deben ser almas despiadadas. Pueden ser rebeldes enfrentándose a una tiranía, o desplazados por una guerra intentando sobrevivir.

Vueltas de Tuerca

Hay varias maneras de subvertir las ideas habituales de los bandidos, y por suerte todas ellas han sido muy exploradas en diferentes obras de fantasía y aventura. 

En primera instancia podemos jugar con la idea de bandidos que sin dudas sean bandidos pero lo hagan de forma “legal”. Corsarios o mercenarios autorizados a “decomisar” bienes de enemigos del reino bien pueden plantear conflictos interesantes donde la ley esté del lado de los bandidos y haya alguna entidad superior (una ciudad, religión o estado, generalmente) que les preste su legitimidad. 

También podemos jugar con la idea de los bandidos cuyos actos son por una causa noble. Rebeldes que financian sus actos de guerra atacando los pueblos y caravanas de sus invasores. Robin Hood es el ejemplo clásico, pero podemos encontrar ricos conflictos en ambientaciones que imiten situaciones como la ocupación romana de las Islas Británicas. ¿Qué estás dispuesto a hacer por la libertad de tu pueblo?

Podemos salir un poco del molde y subir la violencia con la que suelen actuar los bandidos. Quizás un pirata particularmente violento empieza a cobrar fama por atacar no solo a civiles si no a otros barcos piratas, no dejar a nadie con vida, excepto a una sola persona por barco para que cuente la historia y se expanda el terror por su nombre. Si, hemos visto Piratas del Caribe. 

Como sea que utilices a los bandidos en tus partidas, siempre es bueno recordar que es más interesante tratarlos como algo más que un encuentro aleatorio que hay que matar y punto. ¿Dónde está su base? ¿Por qué eligieron atacar a este grupo? ¿Qué los motiva a esta vida?. Todo eso va a hacer que tus encuentros con bandidos sean mucho más ricos. 

 

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